PROYECTO EMMME: Living Lab para la UPM
Como ya sabéis los que nos seguís en las redes sociales -¿ah, que aún no lo haces? pues en la esquina superior derecha tienes todos los enlaces- hace pocos meses terminamos un proyecto muy especial para nosotras, que se acaba de inaugurar: el nuevo Living Lab de espacios de trabajo creativos y de alto rendimiento de la Universidad Politécnica de Madrid.
Así que os vamos a explicar un poco más en detalle todo lo relacionado con este proyecto, basado en nuestro concepto de Slow Homeoffice, en el que hemos tenido la suerte de volver a contar con la colaboración de IKEA para amueblar y decorar el espacio, con su mobiliario con buen diseño, calidad, asequible, versátil y funcional.
ESTADO INICIAL
El lugar original donde se ubica la oficina era un antiguo taller de fresado y corte de tableros mediante control numérico, con una zona diferenciada del espacio principal por una mampara que a su vez tenía una división interior. El cuadrito que nos encontramos fue el siguiente:
Así que después del susto del primer momento, vimos que realmente el espacio tenía varias ventajas:
Lo primero, y más importante, una luz estupenda y unas vistas a un jardín del edificio que son una maravilla
La división existente podíamos utilizarla para crear espacios más recogidos, como salas de reuniones o despachos individuales
Tenía buena altura, y aunque las instalaciones vistas llamaban bastante la atención, nos gustó el carácter un poco más industrial que tenía para un sitio dedicado a la innovación
El suelo de cemento pulido, aunque estaba un poco destrozado, nos proporcionaba una base neutra sobre la que trabajar.
Así que nos pusimos ¡manos al proyecto!
LOS REQUISITOS
Como sabéis, nuestro método de diseño slow se basa en la participación de los usuarios del espacio en todo el proceso de diseño, convirtiéndose en el centro alrededor del cuál giran todas las decisiones. Así que Arístides Senra, el director de Innovación y Emprendimiento (I&E), nos comentó una serie de requisitos que tenían que tener las nuevas oficinas. Junto con el resto del equipo estudiamos sus necesidades como trabajadores, y vimos qué tipo de espacio estaban buscando. Las conclusiones a las que llegamos son estas:
LOS CONCEPTOS
Partiendo de esta base, planteamos los primeros conceptos del proyecto, siguiendo las bases de las Slow Homeoffice: equipo, rendimiento, identidad, versatilidad y espacio sostenible.
Para empezar, tuvimos en cuenta que el grupo de Innovación y emprendimiento se compone por varios equipos de unas cuatros personas, de los programas de ActúaUPM y UPMInnovatech. Esta fue una de las premisas fundamentales para plantear la distribución de la zona de trabajo, ya que necesitaban estar en comunicación entre los miembros del equipo, pero a la vez buscaban la privacidad de la que carecían en el espacio actual. Les propusimos una distribución de las mesas en cuadrado, con un espacio central repleto de vegetación, que entusiasmó a los integrantes del equipo, ¡hip hip, hurra!
Además, las oficinas tenían que desprenderse de ese aire de taller que existía en el espacio actual para conseguir un espacio más agradable, cercano y sostenible con las personas, ya que en el trabajo es donde pasamos la mayor parte de nuestro día, y tiene que ser un lugar que nos proporcione bienestar. Jugamos con la madera, los textiles y la vegetación (que ya os adelantábamos arriba) para conseguirlo
Para la sala de reuniones, que ubicamos en una de las salas existentes dentro de las mamparas, propusimos una distribución versátil: una que se adaptara tanto a las reuniones de todos los equipos, más informales y donde las ideas y la creatividad fluyen; y otra para reuniones más formales y tradicionales, pero promoviendo la cercanía entre las personas con una mesa redonda. En este espacio era importante reflejar la imagen de marca, mediante los colores y elementos presentes, así que jugamos con los tonos mostaza de I&E y el azul corporativo de la UPM.
DISTRIBUCIÓN DEL ESPACIO
Ya teníamos todos los elementos así que sólo nos faltaba colocarlos en el espacio, así que hicimos una sectorización, para visualizar cuáles serían las zonas públicas, y cómo los trabajadores del equipo pueden aprovechar el 100% del espacio, que es lo importante.
El equipo de Innovación y Emprendimiento nos dió su feedback sobre esta sectorización y, ¡les encantó! Era el espacio que necesitaban, con zonas de trabajo para el día a día confortables, espacios de reunión abiertos y otros más privados, un pequeño office, pequeñas zonas para hablar por teléfono o videollamadas, y el cuarto de impresoras y archivo aislado para mejorar el confort acústico en la zona de trabajo, otro de sus requisitos imprescindibles.
ILUMINACIÓN Y MOBILIARIO
Y una vez definido el proyecto, nos faltaba la materialización: la iluminación y el mobiliario.
Para la primera parte, optamos por mantener parte de las luminarias existentes y propusimos un elemento singular, lo que en emmme studio llamamos un WOW, que nos permitiera bajar la altura en zonas puntuales y además dotara de confort acústico al espacio, al tener unos techos bastante altos. Encontramos esta idea en Pinterest, les incorporamos una tira de LED en el perímetro y una bombilla en el centro, y así fue como surgieron nuestras 'MEDUSAS'
Para el mobiliario, como ya os adelantábamos al principio, pensamos en los productos de IKEA, por varios motivos:
No es el típico mobiliario de oficinas rollo mundo viejuno, sino que son diseños modernos y versátiles, pero a la vez específicos y resistentes para espacios de trabajo.
Muchos de los productos y diseños son multifunción, así que sirven tanto para un salón como para una zona de recepción de una oficina. Además, el mobiliario de vivienda nos permite darle al espacio ese toque hogareño característico de las Slow Homeoffice.
Sus diseños están pensados por y para las personas, lo que coincide 100% con nuestra filosofía slow.
Así que nos pusimos manos a la obra para conseguir ese ambiente fresco e innovador, pero a la vez acogedor y que proporcionara bienestar al equipo. Esta fue nuestra selección final: blanco, gris y madera como base; la vegetación como elemento singular y textiles en los colores corporativos.
Contactamos con el equipo de IKEA para presentarles el proyecto del Living Lab, y les gustó tanto que se unieron al equipo y colaboraron con el mobiliario.
LA OBRA
Una vez terminado el proyecto, nos pusimos -esta vez sí- manos a la obra. No era de mucha envergadura, pero había varias cosillas que hacer:
Añadimos una nueva mampara, para separar la entrada del resto del espacio y delimitar el despacho de dirección. También movimos la división interior de las mamparas existentes para darle un poco más espacio a la zona privada.
Electricidad y cableado de datos y puntos WiFi, imprescindible para el correcto funcionamiento de la oficina. Colocamos también un proyector para la sala grande, y en cuanto a la iluminación modificamos algunos puntos para colocar nuestras 'medusas'
Pintamos el techo e instalaciones de gris marengo para uniformizar y quitarle peso visual a las instalaciones, y el resto de blanco. Colocamos un falso techo en la sala de reuniones cerrada para diferenciarlo del resto del espacio y mejorar el confort acústico.
Colocamos solado vínílico, acabado madera, en la entrada, despacho de dirección y la sala de reuniones, para delimitar y diferenciar esos espacios de la zona de trabajo, donde se ha mantenido el cemento pulido existente.
EL RESULTADO FINAL: LIVING LAB
Y como muchos ya habéis podido ver en nuestra web y en las redes, el resultado ha sido genial: un espacio de tra