Un DIY en nuestra Slow HomeOffice
¡Hola familia slow! ¿Cómo han ido las vacaciones? Cortas, ¿verdad? Nosotras hemos vuelto con ganas de cambios y hemos aprovechado para añadir un nuevo elemento decorativo en nuestra SlowHomeOffice.
Si queréis saber cuál, seguid leyendo porque nos hemos marcado un DIY en toda regla.
Como ya sabéis, éste es nuestro estudio. Su mobiliario y decoración nació inspirado en un concepto que creamos y llamamos SlowHomeOffice, en la oficina como en casa. La verdad, es que normalmente pasamos muchísimas horas entre 4 paredes y nos pareció casi una necesidad crear un espacio en el que sentirnos cómodas.
Además, queríamos tener un espacio versátil en el que poder ir cambiando algunas cosillas según el uso que le diéramos. Por ejemplo, con el corcho color emmmeque instalamos para dar un poquito de color a la zona de comer y reuniones. Debido al calor y a que el pegamento que utilizamos no era el adecuado (en casa de herrero, cuchillo de palo) se terminó despegando.
Hace tiempo, planteamos una idea con algunas láminas de acuarelas porque nos encantan y creíamos que el efecto cuadropodría dar un toque de hogar. ¿El problema? Que nos parecía una idea muy bonita, pero poco útil y funcional. Así que finalmente nos decidimos por utilizar dos paneles imantados blancos que podemos usar durante las reuniones para dejar colgados los planos, fotografías o cualquier otra cosa que necesitemos.
¡Empezamos con las instrucciones del DIY! Lo primero y más importante, es decidir la posición de los paneles y hacernos unas marcas finas con lápiz en la posición en la que necesitaremos hacer agujeros. Comprobadlo una vez más, antes de coger el taladro para evitar dejar la pared como un quesito.
Bueno, ya tenemos los tornillos preparados y como podéis ver los restos del pegamento de nuestro anterior corcho que no hemos sido capaces de quitar, pero que quedarán debajo de los paneles.
Colgamos el primer panel y comprobamos que está recto. Nunca toméis como referencia elementos como enchufes o interruptores porque existe la posibilidad de que no estén alineados. La mejor opción es que midáis siempre desde el suelo.
Repetimos los pasos anteriores con el segundo panel que, como podéis ver, podéis colocar tanto de manera horizontal como en vertical.
Una vez de que tenemos nuestros paneles imantados instalados, nos hemos dado cuenta de que esta pared nos ha quedado demasiado plana y blanca. Así que hemos decidido navegar por la red buscando una buena opción para darle otra estética más llamativa.
Finalmente, nos hemos decidido por este material de la marca LOKOLOKO. Es un vinilo autoadhesivo de muy buena calidad, lavable y que además no se desgasta con el uso. Escogimos este motivo que imita la madera y además tiene unas líneas cruzadas estilo art decó. La verdad es que tenemos que confesaros que nos costó elegir una entre tantas tan bonitas y originales que tienen en su web. Además, también se pueden elegir el acabado entre: mate, brillo o textura madera. Nosotras escogimos el mate porque necesitamos una superficie lisa para poder usar los imanes.
Lo primero que hicimos cuando nos llegó el vinilo fue marcar el dibujo que nos gustaba más porque la idea era que encajara en los dos paneles que tenemos y siguiera una continuidad.
Para su correcta instalación os recomendamos que lo hagáis sobre una superficie plana y limpia. Con paciencia y calma vais soltando el vinilo y ayudaros de algún objeto alargado y plano (nosotras lo cubrimos con un paño) para evitar que aparezcan bolsitas de aire. La verdad es que al tratarse de un material de buena calidad, si os confundís o algo sale mal, permite que lo despeguéis varias veces y no pierde ni consistencia ni el pegamento.
Aquí podéis ver el resultado final y lo bonito es que si lo pudieráis ver en directo, ¡parece que son dos tableros de madera!
Eso es todo, familia slow, esperamos que os haya gustado nuestro primer DIY y que nos contéis lo qué os ha parecido nuestra nueva adquisición.
el equipo de emmme studio