La casa de Marina y Pedro
Marina y Pedro, una familia creativa y dinámica.
Marina y Pedro nos contactaron para realizar el interiorismo de la vivienda que acababan de adquirir. Se trataba de un dúplex de unos 250 m2, en la zona de Paseo de la Habana de Madrid. Ya contaban con un arquitecto que iba a realizar el proyecto visado y una constructora que se encargaría de ejecutar la obra, pero necesitaban alguien que realizara el proyecto de interiorismo integral y les fuera acompañando durante la obra para supervisar que todo se iba realizando para garantizar el resultado previsto.
Ellos son una pareja creativa y dinámica con dos hijos pequeños. Juntos forman una familia con un estilo de vida moderno y activo. Marina, diseñadora de moda, tenía muchas ideas sobre lo que quería, pero no sabía cómo materializarlo en los diferentes espacios. Necesitaban un hogar que reflejara su personalidad y se adaptara a sus necesidades familiares y profesionales: dos despachos, cuarto de juegos, una cocina amplia con zona de office para el día a día, etc. Querían un espacio funcional, lleno de color, texturas y con soluciones creativas, además de buscar la eficiencia energética en su nueva vivienda.
Cuando nos contactaron, ya contaban con un anteproyecto de distribución, que nos encargamos de revisar pormenorizadamente con ellos, y en el que hicimos bastantes cambios para que se adaptara realmente a la vida de la familia.
Marina tenía muy claras algunas ideas desde el principio: la puerta entre la cocina y el salón tenía que ser una gran cristalera en color azul Klein. El suelo de la cocina tendría un patrón, y el armario de su despacho sería amarillo. Juntos le fuimos dando forma, a la par que se iba desarrollando la fase de obra gruesa, que supervisábamos semanalmente para que el interiorismo encajara a la perfección.
En la planta baja se encuentra toda la zona de día y el despacho de Marina. Un espacio amplio y abierto que alberga la entrada y escalera, el salón, el comedor a doble altura y un espacio de juego para los pequeños de la casa. El eje del salón es un diseño ex profeso para albergar la gran televisión, que flota liviano sobre el suelo entre dos pilares de hormigón visto.
En el despacho de Marina distribuimos el espacio en base a una mesa alta central, el lugar donde crear patrones, diseños y tejidos.
En la primera planta se encuentran el despacho de Pedro, la zona de lectura para los niños, y los dormitorios con los baños. En las habitaciones infantiles, simétricas, con techo abuhardillado y una ventana en cubierta como única entrada de luz, hicimos un diseño integral de mobiliario a medida, tanto del armario en color (verde aguamarina para el pequeño de la familia y en coral para la hija mayor), incorporando la madera contrachapada que ya tenían en las camas de los niños. El baño infantil, lleno de color gracias al diseño del suelo y los accesorios en amarillo, está pensado al milímetro con una bañera de obra que sigue el patrón del suelo y unos falsos lucernarios, que consiguen el efecto de luz natural en un espacio sin ventanas.
El dormitorio principal, uno de los espacios que más costó definir por la inclinación de los techos y los espacios que tenía que albergar, cuenta con un gran vestidor en nogal, a través del cual se accede al baño, también en color azul, blanco roto y madera. Diseñamos el mueble del baño a medida, con una zona oculta de tocador e iluminación integrada.
Los suelos cobran especial protagonismo en esta casa. El suelo general es de madera natural, formado espiga y con fajeado perimetral. En los espacios con solado cerámico, se crean mosaicos como si de una alfombra se tratara, siendo todos ellos diseños a medida.
El resultado es un hogar vibrante que refleja a la perfección la visión de Marina y Pedro. Cada espacio tiene un carácter único, con colores y texturas que armonizan y aportan vida a la vivienda. Y a la vez, el conjunto respira una armonía y personalidad increíble, como la de esta bonita familia.
* Fotografía Lupe Clemente.