Restaurante Hábitat Cigüeña Negra
Emmme Studio Interiorismo
Un restaurante para disfrutar con los cinco sentidos.
Dentro de Habitat Cigüeña Negra, diseñamos también el restaurante en el que se iban a degustar los productos de la propia finca: su carne Retwagyu, el aceite ecológico, cordero, etc. De cara a plantear el proyecto de interiorismo, tuvimos en cuenta las fabulosas vistas hacia ‘La Charca’, el espacio donde se puede ver a la cigüeña negra, así como recoger la tradición de la almazara ecológica que fue el germen de este ambicioso proyecto.
Por eso planteamos darle un carácter especial al techo de este espacio, uno de los grandes olvidados en los proyectos de interiorismo, ubicando esteras de esparto con las que tradicionalmente se ha realizado el prensado de las aceitunas para obtener el aceite de oliva, retroiluminadas con LED para crear un ambiente íntimo y acogedor.
En cuanto a mobiliario, mantuvimos la línea del resto del hotel, con tonos neutros y madera de roble. El contraste lo aportan las puertas correderas de cerrajería negra, en cuyo interior encontramos una tela de arpillera que le confiere un carácter más rústico sin perder modernidad.
En este espacio, destacan los dos muebles que diseñamos a medida según los requisitos de los clientes: la cava de vinos y el mueble buffet para desayunos.
El diseño de la cava de vinos supuso un gran reto, tanto de diseño como de fabricación. Al ser lo primero que se ve al entrar en el restaurante, queríamos que tuviera mucho impacto, por lo que jugamos con el contraste introduciendo una piedra negra como telón de fondo.
Uno de los requisitos era un mueble adaptado para los desayunos, así que diseñamos un mueble a medida donde poder almacenar todo el menaje, café, pequeños electrodomésticos y elementos necesarios para el servicio.
El proyecto de iluminación se planteo de manera que los espacios tuvieran tanto una iluminación general suficiente, como una iluminación ambiental más cálida para crear un ambiente más intimo. Seguimos utilizando los mismos materiales y tejidos del resto del espacio, tanto en el interior, como en la zona de porche exterior junto a la tienda, donde se pueden adquirir los productos de la finca y otros de Ibiza, de donde procede la familia propietaria.
El resultado es un restaurante en el que, jugando con pocos materiales y colores, logramos transmitir la esencia y el pasado de un espacio natural que se introduce de manera sutil, pero sorprendente a la vez, en nuestros paladares.
*Fotografías de Lupe Clemente.